viernes, 29 de marzo de 2024

Laurence Sackman


Tras el niño de las estrellas, en este Viernes Santo llega al blog el británico Laurence Sackman, un fotógrafo de Wembley que falleció en Londres en 2020. Conocido por su carrera en el mundo de la moda, fue habitual en las páginas de Vogue, Stern, Elle o Marie-Claire en los 70 y 80, junto a otros fotógrafos icónicos de la época como Guy Bourdin (aquí) o Helmut Newton (aquí), autores de unas obras intensas y cargadas de una elegante sensualidad, tanto en blanco y negro como en color.

KISS, Paul Stanley – Paul Stanley (Casablanca-1978)


You wanted the best, you got the best! The hottest band in the world… KISS!
 
Amigos, en 1978 los KISS eran unas megaestrellas, con discos como Rock and Roll over, Love gun, Destroyer o los dos Alive en su haber y su mánager Bill Aucoin estaba empeñado en convertirlos en iconos más allá del ámbito musical, ya fuese como personajes de cómic o haciéndoles dar el salto a la pantalla. Así es como Paul, Gene, Ace y Peter se vieron envueltos en el rodaje de la infame KISS meets the phantom of the park, una película cutre como ella sola que los kissmaníacos como yo nos compramos y convertimos en obra de culto por que era de la banda más caliente de la Tierra, no por su valor artístico. Por cierto, la tengo en VHS y me pregunto si se habrá echado a perder o si alguna vez la podré ver de nuevo. Pero me estoy apartando de la senda. Resulta que en ese momento, cuando los integrantes de KISS ni se hablaban entre ellos, con el ego subidito, envidias en el ambiente y con unos Peter y Ace bien provistos de cocaína y alcohol, la banda se dio un respiro para embarcarse en proyectos personales que –dependiendo de cada caso– correrían suertes diversas. Total, que cada miembro se rodeó de amiguetes y conocidos para poner en las tiendas a su particular retoño, una manera de demostrar –o por lo menos de intentarlo– su valía como artistas por si mismos, sin la necesidad de hacer equipo con los otros tres y una supuesta jugada maestra de Neil Bogart que así ponía cuatro discos a la vez en el mercado con el marchamo de la banda. No en vano, pese a ser obras en solitario, en las carátulas aparecería el logo KISS y se utilizaría la imagen de cada alter ego de los músicos en el grupo. Deciros que el resultado fue un fracaso económico para Casablanca Records
 
Y eso que Paul Stanley fue quizás quien escogió un sonido más parecido a lo que ya hacía en KISS. Gene Simmons parió una bizarra mezcla de rock con algunas idas de olla, Ace Frehley sacó un honesto y hard rockero álbum y Peter Criss... bueno, hizo lo que pudo. Sed sinceros, los fans de KISS nos compramos el disco de Peter para tener los cuatro ¿o no? Total, que el disco que obtuvo mayor éxito fue el de Ace y el que menos, con diferencia, el de Peter. Ambos resultados no hicieron más que acrecentar la división interna en el seno de KISS y la aventura supuso el punto de inflexión a una cuesta abajo que provocaría la salida de la banda de Criss primero y de Frehley después. Pero resulta que Casablanca puso en las tiendas un millón de álbumes de cada uno... y vendió en total un millón y medio de los cuatro. Haced cuentas. Si le sumamos a eso el estreno en televisión de la antes mencionada KISS meets the phantom of the park –la decepción de los fans al bajo nivel de la producción no se hizo esperar– no podemos decir que la popularidad de KISS estuviese en auge en ese momento. 
 

Pero vamos a centrarnos en el disco del señor Stanley Bert Eisen, Starchild para los amigos. Lo primero que llama la atención –como en los otros tres de la serie– es la icónica portada de Eraldo Carugati. Mi edición es la alemana de 1980, con el logo del grupo sin las eses con forma de rayo en aplicación del código penal germano que prohíbe la distribución o uso público de símbolos del partido nazi. Y es que el diseño inicial del logo se atribuye a Ace Frehley, que afirma que nunca pensó en las SS nazis y sólo quería dibujar unos rayos chulos. Los cojones. La verdad es que se me hace raro pensar que una iconografía así no provocase en dos jóvenes judíos como Paul y Gene una obvia asociación de ideas y que no viesen venir el problema. O quizás sí y no quieren reconocer que pensaron que eso les daría más publicidad. A saber. 
 
Total, que el disco fue producido por Paul Stanley y Jeff Glixman a caballo entre los neoyorquinos Electric Lady studios y los The record plant y The village recorder, en Los Angeles. De hecho, el álbum se grabó con dos bandas diferentes en las que tan solo coincidieron en todas las canciones Stanley –voz y guitarras– y el guitarrista Bob Kulick, quien ya había grabado con KISS tres de los cinco temas inéditos del Alive II del año anterior. Así, en la primera cara encontramos al batería Richie Fontana, que tocaba en Piper –otra de las bandas de Bill Aucoin– y al bajista Steve Buslowe, que ya había tocado con Kulick en la gira del Bat out of hell de Meat Loaf
 
Como colaboradores, el gran Carmine AppiceVanilla Fudge, Beck, Bogert & Appice, Cactus o la banda de Rod Stewart, por citar varias– toca la batería en Take me away, Maria Vidal, Myriam Valle y Diana Grasselli hacen coros en Move on –las chicas eran componentes de Desmond Child & Rouge y tal colaboración supuso el inicio de la amistad entre Desmond y Paul– y Peppy Castro, fundadora del grupo de garage rock psicodélico Blues Magoos, hace coros en Ain’t quite right
 

En la cara B encontramos al batería Craig Krampf y al bajista Eric Nelson, ambos compañeros ese mismo año en la banda del vocalista británico Nick Gilder. En Love in chains colabora el guitarrista Steve Lacey y también tenemos a Peppy Castro haciendo coros en Hold me, touch me. En ese mismo tema toca el piano Doug Katsaros, quien acabaría formando con Castro y Kulick una banda de pop rock y AOR. Las sinergias del rock,amigos. 
 
El track list fue: 
 
A 
Tonight you belong to me 
Move on 
Ain’t quite right 
Wouldn’t you like to know me 
Take me away (Together as one) 
 
B 
It’s alright 
Hold me, touch me (think of me when we’re apart) 
Love in chains 
Goodbye 
 



Comienza el disco con Tonight you belong to me –de mis preferidas– con un inicio delicado y acústico que da paso a un riff eléctrico y a todo un temazo ‘muy KISS’ que hubiese encajado perfectamente en un álbum de la banda. Es, como explica Stanley, uno de los varios temas inspirados en su relación con Carol Kaye, empleada del departamento de publicidad de la oficina de Bill Aucoin. Le sigue Move on, otro tema guitarrero en el que el mayor de los Kulick se luce. Que sí, que Frehley es Frehley y Simmons es Simmons (y Criss... que sí, que también estaba ahí), pero el alma del sonido KISS es sin duda Paul Stanley y hasta ahora eso nos ha quedado más que claro. Más reposada, intimista y quizás menos emparentada con su carrera principal es Ain’t quite right y en Wouldn’t you like to know me –otro de los temas inspirados por CarolPaul nos regala con ritmo y alegría otro alarde de puro KISS style. La estupenda primera cara finaliza con Take me away (Together as one), otra de mis favoritas –quizás la que más–, tanto en la melodía, como en la interpretación y el sentimiento impreso por Stanley, sin olvidar esa batería de Carmine Appice, quien al final se deja ir con una maestría impresionante. Un highlight del álbum en mi opinión. 
 


It’s alright abre la cara B como otro claro exponente del sonido KISS, al menos el que Stanley imprimirá en el futuro en buena parte de sus composiciones. Un tema fiestero, alegre y movidito. Todo lo contrario que Hold me, touch me (think of me when we’re apart), que fue el single escogido para el álbum y que me resulta melifluo, ñoño y que para nada refleja el sonido Stanley. Por cierto, que la tonada habla sobre Georganne LaPiere, una más de las numerosas relaciones de Paul y hermana de Cher, por entonces pareja de Gene Simmons. Todo queda en familia. Mucho mejor me parece Love in chains, más enérgica y con una poderosa interpretación vocal del Starchild, definitivamente –por si aún no había quedado claro– mi preferido de los cuatro KISS. Y el disco finaliza con Goodbye, un temita juguetón y con mucho swing. 
 

Y no podía faltar en esta reseña un espacio dedicado al perfecto complemento al álbum, el single en color púrpura con la máscara de Starchild que adquirí en los 80 en una de las primeras ediciones de la Fira del Disc de Barcelona, que poseo en su edición británica de 1978 y por lo tanto con el logo original. Una joyita, aunque definitivamente no hubiese escogido yo esos temas para formar parte del single
 

Bonus: Y aquí podréis leer mi reseña del Live to win de 2006, que compré en cedé por lo que no puede aparecer –al menos como protagonista absoluto de una entrada– en este vinílico y vinilófilo blog. Leed y escuchad. 
 
¡Feliz viernes! 
@KingPiltrafilla
 
 
Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com
 

jueves, 28 de marzo de 2024

Steve Lease


Le toca hoy al norteamericano Steve Lease, un fotógrafo de Pennsylvania del que no tengo más información y que –como podéis observar– se dedica al retrato del cuerpo humano desde una aproximación muy artística y sensual.

miércoles, 27 de marzo de 2024

Razil Minnakhmetov


El miércoles lo dedico al ruso Razil Minnakhmetov, un fotógrafo de Kazán, capital y ciudad más poblada de la República de Tartaristán, que se encuentra a orillas del Volga en la confluencia del río Kazanka. Una información que no aporta gran cosa pero cumple su cometido a la hora de ubicar geográficamente al autor de las fotografías que adjunto.

martes, 26 de marzo de 2024

Klaus Kampert


Y ahora os presento al alemán Klaus Kampert, un fotógrafo freelance de Düsseldorf de formación autodidacta que trabajó varios años como asistente de otros profesionales en el ámbito de la publicidad antes de tomar las riendas de su propia carrera profesional. Centrado en la fotografía del cuerpo humano, no considera sus desnudos como retratos eróticos sino como una manera de captar la belleza del envoltorio del alma.