lunes, 28 de agosto de 2017

Summer of 2017: Scotland (Part IV)


Inicio la entrada de hoy con vistas del Castillo y la iglesia de Saint John's al final de un día soleado y con el comienzo de una jornada marcada por la lluvia y el frío que dedicamos a visitar el centro comercial de Ocean Terminal –en el puerto de Leith, barrio marítimo al norte de la capital–, junto al que se encuentra el HMY Britannia. La verdad es que se trata de una visita interesante y permite deambular por lo que hasta hace relativamente poco fue un verdadero palacio flotante. Entre los muchos detalles que destacan, podéis ver el Rolls-Royce Phantom V que descansa en una vitrina gigante. La historia del coche es entre ridícula y graciosa. Resulta que la idea era que, cuando la Reina llegase a algún lugar que tuviese que visitar, pudiese hacerlo en su propio vehículo blindado. 


A tal efecto, se construyó en cubierta esa especie de garaje para el automóvil. Sin embargo, la limitación de espacio del barco hizo que fuese difícil de guardar en su sitio el coche, al que se debían sacar los parachoques para ello. Así pues, las maniobras de entrada y salida del Rolls eran complicadas. Además, resultaba que la Reina casi siempre utilizaba vehículos de las zonas que visitaba en lugar de su propio coche, caro de mantener y de mover. Total, que el Phantom V sigue ahí, más como muestra del mobiliario que formaba parte del Britannia en sus días de gloria que de un vehículo funcional que no tuviese otra función que la de estar al servicio de la Reina, aunque diese más preocupaciones que otra cosa. Y con una nueva fotografía del monumento a Scott pongo fin a mi estancia en la capital escocesa, al menos de momento.

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