domingo, 30 de abril de 2017

Annie Murphy-Robinson


Despido las entradas de hoy con Annie Murphy-Robinson, una artista norteamericana cuyo talento a los lápices como retratista es impresionante. Formada entre la University of Southwestern de Lafayette y la California State University de Sacramento, ha recibido numerosos galardones a lo largo de su aún corta carrera en diversas ediciones de los premios de The Artist’s Magazine o la California State Fair.

Sweet Prudence and the erotic adventure of Bigfoot


Mi reseña de este domingo es para Sweet Prudence and the erotic adventure of Bigfoot, una entretenida comedia sexy de 2011 con una buena cantidad de escenas softporn. Antes de que aparezcan los títulos de crédito conocemos a Prudence y Veruca, dos preciosas amigas que en un lago en medio del bosque se besan y acarician sus cuerpos desnudos a la luz de la luna... pero no están solas. Asustadas por una figura extraña, salen corriendo del lago. Veruca está muerta de miedo pero resulta que a Prudence no le viene de nuevo el incidente ya que en realidad siempre anda tras seres extraños. Y es que hace cierto tiempo que se están produciendo avistamientos de un raro homínido de gran altura, con el cuerpo cubierto de pelo y que recuerda las características del Bigfoot. El propósito de la joven es sacar fotografías de ese ser y asegurarse un lucrativo paso por las televisiones vendiendo las imágenes y contando su experiencia a la vez que conseguir una diplomatura en Criptozoología. Así, nos enteramos de que Prudence ya pasó un tiempo en Escocia buscando a Nessie y que echó a perder la ocasión de verse cara a cara con la criatura por culpa de un dildo con el que se distrajo un rato. En fin. Para conseguir su objetivo esta vez, Prudence pedirá ayuda de nuevo a su amigo Mike, al que Veruca echará el ojo, y los tres acabarán en un resort regentado por un par de naturistas lesbianas en el que conocerán al Doctor Dirk, un extraño científico que se dedica a investigar al Sasquatch, otro de los nombres con los que se conoce al Bigfoot


Amiguitos, dirigida y escrita por William Burke, productor de la serie erótica Lingerie –de la que se ha nutrido a la hora de escoger a los intérpretes de esta Sweet Prudence and the erotic adventure of Bigfoot– y cuya experiencia como realizador se limita a los documentales, la verdad es que las actuaciones o el guión dejan mucho que desear pese a que tienen más nivel del que sería de esperar, dada la historia y la experiencia de los actores y actrices de la cinta. Angie Bates apenas tenía experiencia en aquel momento –de hecho, no ha participdo en ninguna otra película desde entonces– y el resto eran modelos poco conocidas fuera de Canadá que han participado en algunos proyectos sin demasiada repercusión, la mayoría de las veces con fuerte carga erótica. A destacar los créditos iniciales y finales a cargo del ilustrador freelance Aaron Lane, un artista de Toronto especializado en storyboards, y la referencia quizás involuntaria –dudo si Burke conoce la obra de Borowczyk– a La Bestia. Por último, mencionar el trabajo de Michael Slade en el papel de su vida, con esa escena en la piscina con las cuatro protagonistas que merece todo los castings del mundo. En fin piltrafillas, para disfrutar con una copa de ron añejo -¿os he dicho que me he pasado del colombiano al panameño?– y olvidar luego. 


Como bonus, acompaño unos retratos de –por este orden– Angie Bates, Albina Nahar, Lynzey Patterson y Heather O’Donnell.

Klaas Jan Kliphuis


Este es Klaas Jan Kliphuis, un fotógrafo neerlandés que tuvo su primera cámara a los 8 años y que estudió en la academia de arte St. Joost de Breda. Con una carrera centrada en el mundo editorial y publicitario, sus trabajos han aparecido en las páginas de Marie Claire, Vogue, Grazia o ELLE, entre otras publicaciones.

sábado, 29 de abril de 2017

Sígueme, piltrafilla


Jean-Pierre Roy


La última entrada del día va para el pintor californiano Jean-Pierre Roy, un artista de Santa Monica formado entre el Studio Arts College International de Florencia y la Loyola Marymount University. En la actualidad reside en Nueva York y se dedica a la docencia en la New York Academy of Art.

Guardianes de la galaxia 2


Amiguitos, no puedo esperar a mañana para hablaros de uno de los estrenos de este fin de semana. Qué digo “uno”, EL estreno. Iba yo sin demasiadas ganas a ver la segunda entrega de Guardianes de la galaxia –y eso que la primera me gustó mucho, vedlo aquí– y la verdad es que es de lo mejorcito que he visto últimamente. En efecto, piltrafillas, no me extenderé demasiado en el análisis de esta película porque tampoco hay demasiado que decir, excepto que es una puta pasada. Estupenda. James Gunn lo ha vuelto a hacer, esta vez con la “familia” envuelta en una guerra con los Soberanos mientras Peter Quill encuentra a su padre. Y eso es todo en realidad en una entrega en la que se ha abandonado casi toda referencia a las Gemas y al universo Marvel, si exceptuamos a Uatu el vigilante en el cameo de Stan Lee o a Howard The Duck, personaje difícil de incluir en otros títulos pero que encaja perfectamente en esta saga protagonizada por un mapache malhumorado. 


Una banda sonora setentera de altísimo nivel con Fleetwood Mac, Electric Light Orchestra, George Harrison o Cheap Trick –entre otros–, efectos especiales impresionantes, humor a raudales, una química especial entre los protagonistas, la presencia de Stallone y Kurt Russell –iconos ochenteros donde los haya– y referencias a la subcultura pop como Pac-Man o Michael Knight –con sorpresa incluida– convierten a este cómic inverosimil en un espectáculo sin fin cargado de buen rollo que le mantiene a uno a lo largo de sus más de dos horas con una sonrisa de crío de oreja a oreja. En resumen, Guardianes de la galaxia 2 es una emotiva comedia de acción imperdible. Por cierto, aún me sorprende cómo pretendidos seguidores del universo Marvel abandonan el cine cuando salen los créditos finales. En este caso, hasta esos créditos tienen interés, pero es que además las escenas post-créditos se van sucediendo varias veces. Lo dicho, no perdáis tiempo, id a disfrutar, a olvidar por un rato vuestras preocupaciones y no os levantéis hasta que enmudezca la pantalla y los empleados de la limpieza de la sala os echen. Incluso Gamora –sorry Scarlett– me ha hecho olvidar a Black Widow. Qué gran película, coño.