domingo, 19 de febrero de 2017

Viaje a Bangkok, ataúd incluido


Piltrafillas, este fin de semana no he tenido demasiado tiempo libre por lo que me limitaré a hablaros de una única película. Por supuesto, he escogido una que valga la pena que conozcáis. Y la razón no es otra que su director fue el mítico Jesús Franco, el Tío Jess para sus muchos seguidores. Me refiero a Viaje a Bangkok, ataúd incluido, una cinta de título grotesco que pasará a engrosar la larga lista de películas francas de las que os he hablado en este blog y que supuestamente se basa en personajes de Edgar Wallace. Estrenada en 1985, contó con la participación de la joven Helena Garret que el mismo año rodaría con Franco Las últimas de Filipinas y con asiduos colaboradores del realizador como Tino Trives, el veterano y prolífico Howard Vernon o José Llamas, un habitual de las cintas porno de Franco interpretando a personajes como Pepito Tiésez que falleció en Londres a finales de los 90 por culpa del SIDA. Lo que esta aproximación al eurospy nos cuenta es como el antipático y asocial coronel Daniel Blimp del servicio secreto bitánico viaja a Singapur para investigar la muerte del embajador inglés a manos de un enajenado ciego de piel oscura que resulta herido en la refriega posterior. La primera persona con la que Blimp contacta es el agente Keats, que no le cuenta al coronel que es amante de Marion, la hija del embajador. 


Poco después, otro asesino ciego de piel morena mata al príncipe y –aunque sus guardaespaldas acaban con su vida–, antes de morir exclama “el nuevo orden. No hay que tener piedad con ellos. Su muerte vale más que la mía”, las mismas palabras que el asesino del embajador repite, aún postrado en su cama del hospital. Más tarde, una vez que el sagaz Blimp descubra que Keats ha realizado un viaje a Bangkok, el oficial también es asesinado cuando está a punto de contarle la razón al coronel. A las investigaciones se suma el agente Sanders, enviado por Londres, quien ayudará al coronel junto con Marion a desentrañar los propósitos de una extraña secta encabezada por un profesor loco, cuyo objetivo es matar al Secretario de las Naciones Unidas y establecer un nuevo orden mundial. En fin, amiguitos, producida, escrita y dirigida por Franco junto a su inseparable Lina Romay como ayudante de dirección y montaje, esta Viaje a Bangkok, ataúd incluido es toda una muestra de pulp fiction cinematográfica, rodada como siempre con mucho oficio e imaginación aunque con poco presupuesto por el realizador madrileño. En esta ocasión no encontraréis demasiado erotismo en ella pero la trama –inverosímil y simplona, eso sí– os resultará de lo más entretenida. Recomendada.

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