domingo, 13 de septiembre de 2015

Cop car


Amiguitos, es domingo de nuevo y llega el momento cinematográfico a este blog. Hoy inauguro mis reseñas con Cop car, película dirigida y coescrita por Jon Watts –realizador y guionista que ha hecho su carrera en la televisión y que, si las cosas no se tuercen, parece que dirigirá el reboot de Spiderman– protagonizada por Kevin Bacon como Sheriff Kretzer y James Freedson-Jackson y Hays Wellford en el papel de los niños Travis y Harrison. La historia nos cuenta como un par de críos que se han escapado de casa, encuentran en su camino un coche patrulla abandonado. Joder, todos hemos jugado a policías en nuestra infancia haciendo ver que perseguíamos a algún ladrón imitando el sonido de la sirena y hubiésemos regalado la mitad de nuestra colección de cromos de fútbol por conducir un coche de verdad. Así que, por supuesto, los dos amigos no dejan escapar la oportunidad y deciden subirse a él y dar unas vueltas por el desierto. Sin embargo, precisamente porque son unos críos no han caído en que encontrarse un vehículo de la policía en medio de la nada con las puertas abiertas no es normal. Por eso, cuando el sheriff Kretzer se da cuenta de que su coche ha desaparecido debe poner los cinco sentidos en recuperarlo a cualquier costa. 


En fin, piltrafillas, que pese a que había leído críticas que calificaban a Cop car como una cinta de terror y suspense, en mi opinión no pasa de ser una TV-movie bien rodada pero de resultado bastante poco espectacular que no pasa de ser un thriller normalito. Bacon está perfecto como Kretzer, pero tampoco es que sea un papel que le vaya a dar el Oscar. Hay que decir que –supongo que gracias a su posición de productor ejecutivo– en la película también aparece su esposa –la televisiva Kyra Sedgwick– como la operadora de radio de la oficina del sheriff, un papel con bastante presencia a lo largo del metraje pero del que sólo se oye la voz. Y en cuanto al guión, no esperéis que se os den las claves de la historia. Ni sabemos por qué se han escapado Travis y Harrison, ni lo que había llevado a Kretzer a ese lugar en el que los niños encuentran el coche. Del final no os diré nada, pero sí os diré que es de los que quedan abiertos. Si os soy sincero, abogo por el menos bonito que podáis pensar. Total, que os la recomiendo como película de sofá para un domingo por la tarde aunque si no la véis tampoco os perderéis ninguna obra maestra del cine de suspense.

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