domingo, 5 de julio de 2015

Blackhat


Piltrafillas, mi primera reseña cinematográfica de este domingo se la dedico a Blackhat, lo último de Michael Mann protagonizado por el asgardiano Chris Hemsworth –es un chiste, malo quizás, pero chiste–, Leehom Wang y Wei Tang. La historia que nos cuenta es la de una amenaza cibernética internacional que se inicia con el sabotaje de una planta nuclear en Hong Kong y prosigue con un ataque a la Bolsa de Chicago. Por ese motivo, las autoridades chinas y norteamericanas deciden colaborar en la búsqueda del culpable. En China, el capitán Chen Dawai –un especialista informático educado en el MIT de Boston– es encargado del caso y lo primero que hace es desplazarse a los Estados Unidos y solicitar que liberen a Nick Hathaway, un peligroso hacker que cumple quince años de condena por delitos informáticos. Y es que Chen ha descubierto que parte del código malicioso utilizado en los ataques lo idearon como una broma él y Hathaway cuando ambos eran compañeros en la universidad. Necesitado de alguien de confianza, Dawai pide ayuda a su hermana Lien, que también le acompaña, dispuesta a unirse a la pareja de antiguos amigos. 


Amiguitos, cabe la posibilidad más que probable de que yo me entretenga con poco. Aunque también puede ser de aplicación la definición que no hace mucho encontré en un crucigrama y que más o menos venía a decir “aquel cuyo juicio poco tiene que ver con el del resto del público”: crítico. Y es que la mayoría de las críticas que había podido leer de esta Blackhat antes de verla la dejaban un pelín por encima de la altura del betún. Y, a ver, es cierto que Mann abusa de las escenas nocturnas y que Hemsworth –el marido de la madrileña Elsa Pataky, una mujer que siempre me ha caído aintipática, qué le voy a hacer– no es que sea precisamente un gran intérprete. Tampoco ayuda que la química entre su personaje y el de Wei Tang sea inexistente y que lo enamorada –enchochada sería más adecuado– que está Lien de Nick produzca en alguna escena vergüenza ajena, pero yo he encontrado a esta Blackhat bastante distraída. Así que yo no le daría ni la categoría de palomitera, pero su factura es más que aceptable y sirve para pasar un buen rato ante la pantalla. Eso sí, usar, tirar y olvidar.

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