domingo, 10 de mayo de 2015

Guardianes de la galaxia


Amiguitos, amo el universo Marvel. Como muchos de mi generación, crecí leyendo las aventuras de Spiderman, el Capitán América, Hulk, X Men –entonces eran La Masa y la Patrulla X–, los 4 Fantásticos, Daredevil –os juro que hubo un tiempo en que se llamaba Dan Defensor– o el Hombre de hierro, entre otros personajes. Pero a estos Guardianes de la galaxia no los había visto en mi vida. Claro que los protagonistas de la película son Star-Lord, Gamora, el mapache Rocket, Groot y Drax el destructor y su origen se encuentra en 2008, una época en la que ya hacía años que no me compraba comics de superhéroes. Pero es que ni sabía de la existencia de los personajes iniciales que aparecieron a finales de los 60 en el universo Marvel. Eso, sumado a que un mapache parlante o un árbol antropomorfo me parecían de lo más inverosímil –como si fuesen más creíbles Thor, Silver Surfer o Cíclope, lo sé–, han sido las razones por las que me he resistido a ver esta cinta hasta ahora. Sin embargo, las estupendas críticas que he podido leer me han hecho darle una oportunidad. Y lo cierto es que no me arrepiento en absoluto. 


Dirigida y coescrita por James Gunn, esta película de lo más entretenida nos presenta a Peter Quill, un crío al que –a finales de los años 80 y la misma noche en la que su madre fallece– es raptado de la Tierra por unos piratas espaciales a las órdenes de Yondu, que le convierte en uno de ellos. Más de veinte años después, Quill –que se hace llamar Starlord– roba del planeta abandonado Morag un objeto esférico llamado Orbe, que también pretende el malvado Ronan de Kree. De hecho, lo necesita para destruir la capital del Imperio Nova, Xandar, y a punto está de arrebatárselo a Quill, pero este finalmente escapa e intenta verder la esfera a espaldas de Yondu. Así que Starlord, con su Orbe, se convierte en objetivo de los cazarrecompensas que quieren cobrar su cabeza para Yondu y de la asesina Gamora, la enviada de Ronan. Todos ellos acabarán confinados en la prisión de Kyln y deberán unir sus fuerzas para escapar de allí y desbaratar los planes de Ronan. Guardianes de la galaxia viene con mucha acción, dos horas de diversión cargaditas de humor, frescura, desenfado, fantásticos efectos especiales y una estupenda música vintage, además de la participación de Chris Pratt, Zoe Saldana –si en Avatar era azul, aquí es verde–, las voces de Bradley Cooper y Vin DieselI am Grooooooot!– y las colaboraciones de John C. Reilly, Glenn Close o Benicio Del Toro. En resumen, piltrafillas, un nuevo caramelo con Stan Lee como productor ejecutivo –¿quién te lo iba a decir después de todos estos años, eh, Stan?– que no sé si dará pie a nuevas secuelas pero que forma parte del inmenso puzzle marveliano. Y por cierto, ¿quién fue el padre de Peter, ese “ángel” al que se refirió su madre moribunda? Atentos al universo Marvel. Hollywood tiene filón para décadas. 

1 comentario:

Atticus Bewster dijo...

La habré visto como 4 o 5 veces, me divierte y los nanos se lo pasan guay ¿qué más puedo pedir? pues casi todo me cansa en un torbellino de aburrimiento sideral… por cierto la vieja música me trae recuerdos.
Me moló: 6/10
Banda sonora: 8/10