sábado, 28 de noviembre de 2009

Siren X








Os voy a hablar ahora de las diversas películas que he visto entre ayer y hoy, y lo hago comenzando con Siren X, una cinta japonesa de terror softporn o pinku horror, que en realidad se ha quedado en más pinku que en horror. La historia que nos cuenta –no esperéis demasiada originalidad amiguitos- se inicia con un realizador, un cámara, un auxiliar de rodaje memo y una actriz patética transitando en una pequeña furgoneta por una solitaria carretera comarcal entre bosques en la búsqueda de localizaciones para un programa de televisión semierótico llamado Aventura en minifalda, en el que Mimimi –reportera con coletas, salacot y minifalda- explica sucesos paranormales mientras la cámara muestra más interés por sus bragas que por otra cosa. Cuando llegan a un lago en el que se han producido recientemente desapariciones de campistas masculinos –o eso dice el guión- y que según la leyenda es la morada de un espíritu femenino que atrae con cantos a los hombres para saciar sus necesidades sexuales vemos como el rodaje se lleva a cabo.



Tras una tarde de trabajo, el sol desaparece súbitamente y la lluvia sorprende al grupo, que busca refugio y encuentra –qué oportuno- una casa en el bosque en la que vive una joven y bella mujer que les cuenta que se siente sola y les propone pasar allí la noche. Amiguitos, si el argumento del programa de televisión os parecía friki, la realidad –es decir, la ficción de Siren X- superará en casposa a la de Aventura en minifalda. Total, que Mamimi se harta de todo y decide dejar el rodaje –en realidad ella no desea ser actriz de cine erótico, sólo está enamorada del realizador- por lo que los tres tipos del quipo se quedan solos en ese extraño lugar con la misteriosa mujer que les ha acogido. Esta no tarda en engatusar al cámara para conseguir que fornique con ella y casualmente los otros dos les sorprenderán justo a tiempo de ver como su compañero fallece copulando después de que su sangre se convierta en esperma, esperma que la mujer beberá en un ejercicio de, no se, ¿vampirismo porno?. En fin, que aterrorizados los dos tipos huirán de allí jurando no contar nunca lo que han visto. Tiempo después, los dos supervivientes y la patética Mimimi -que ha vuelto al redil- están grabando en las afueras de la ciudad un nuevo programa de Aventura en minifalda –esta vez sobre ovnis- fingiendo que su vida es normal... pero el espíritu del lago no esta dispuesto a dejarles escapar, así que deciden regresar a la casa del bosque para poner fin a la pesadilla. Tremendo error. Piltrafillas, en realidad la calidad del material no es del todo mala, pero la interpretación es tan infame que la única manera de tomarse Siren X –quizás ese era el único objetivo de su director- es como un divertimento palomitero alcoholizado –de esos que es mejor afrontar con una cerveza o dos a mano- de usar y tirar. Eso sí, se deja ver y resulta hasta cierto punto simpática. Sin embargo, he echado de menos algo de gore.

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