domingo, 17 de julio de 2011

Le couteau sous la gorge


Segunda reseña amiguitos. Inicio, los títulos de crédito en letras rojas sobre fondo negro, música “de las de miedo”, imágenes de una morena corriendo desnuda en medio de la noche –en realidad lleva una gabardina abierta y botas- por calles semidesiertas. La película promete amiguitos. Entonces la mujer llega a una comisaria y denuncia haber sido violada por tres hombres. Los policías se ríen en su cara y el comisario le recrimina que dos violaciones en un mes son demasiadas. Piltrafillas, estamos a mediados de los 80 y los crímenes de género, el Instituto de la Mujer y la corrección política en las comisarias aún son cosas de ciencia ficción. La cinta –dirigida por Claude Mulot- se titula Le couteau sous la gorge, la chica se llama Catherine y trabaja para Valerie como modelo para fotos eróticas junto con su compañera Florence y un fotógrafo tullido. Una noche, el vigilante de un cementerio deja entrar al equipo para hacer un reportaje y se obsesiona con Catherine de tal manera que cree verla entre las tumbas a la vez que le remuerde la conciencia por haber ultrajado la memoria de los difuntos permitiendo que las chicas contoneasen sus cuerpos semidesnudos entre las sepulturas. Cuando Catherine y sus compañeros regresan de un viaje a los Estados Unidos, el vigilante comienza a acosarla. Sin embargo, como en el cuento de Pedro y el lobo, ni sus amigos ni la policía cree una palabra.


Piltrafillas, Le couteau sous la gorge es una notable película de serie B con tintes de giallo, en la que tenemos un asesino loco que persigue a unas bellas jóvenes que no tienen reparos en mostrar sus cuerpos desnudos a la cámara. Si a eso le sumamos la presencia de personajes peculiares como el fotógrafo cojo y alcohólico y una casera desfigurada y traumatizada, imaginaréis que no puedo hacer más que recomendaros la visión de este exponente de eurotrash casposo en su argumento aunque de más que aceptable calidad en su factura. Ah, y además aparece Brigitte Lahaie, un mito del porno y el sexploitation francés de la época por lo que la cinta tiene que ser por fuerza uno de los productos bizarros típicos que no os podéis perder si sois unos verdaderos piltrafillas.

1 comentario:

Lai dijo...

o_O
productos bizarros tipicos...
o_O