Para completar la sesión de cine de hoy –siguiendo con el tema de la sangre y la violencia- he escogido Midnight meat train, una cinta norteamericana dirigida por un realizador japonés que he visto en su versión en ruso con subtítulos en español. Superad eso piltrafillas.
La película comienza con el protagonista, un tal Leon Kauffman, fotógrafo freelance que persigue captar la esencia de su ciudad en imágenes. Su esposa le consigue una entrevista con Susan Hof -la dueña de una importante galería de arte- quien le propone ahondar un poco más en la parte oscura y peligrosa del ser humano como única vía para conseguir captar dicha esencia. Sabiendo que no le llegarán ni la fama ni el reconocimiento a no ser que la influyente Hof se sienta satisfecha con su trabajo, Leon decide seguir la pista de un asesino en serie –un mad butcher en toda regla- que descuartiza a sus víctimas en los túneles del metro.
Poniendo su vida en peligro, el fotógrafo será testigo de alguno de los brutales asesinatos que el tipo de la maza lleva a cabo. Sin embargo, no se trata de los actos de un simple loco. Hay algo más detrás de todo ello. Piltrafillas, Midnight meat train es una interesante película que mezcla de una manera original elementos de diversos géneros. Los serial killer, el gore y lo sobrenatural se dan la mano en una cinta que, de tener otro director y actores principales –cualquier película en la que aparezca Brooke Shields ya merece otro reparto sólo por eso- hubiese sido todo un exitazo de taquilla.
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