sábado, 26 de julio de 2008

Faster, Pussycat! Kill! Kill!




Bueno piltrafillas, por fin ha llegado el día en que os puedo hablar de esta joya. Hace unos añitos, una gritona cantante de rap llamada Tairrie B estaba en un grupo de Los Angeles llamado Manhole. El estilo que hacían –una mezcla de rap y nu metal que algunos llamaban rapcore- no era precisamente de mi gusto, pero la razón por la que os comento esto es porque en 1997 cambiaron su nombre por el de Tura Satana. Mucho antes, en Los Angeles también, había aparecido un grupo –más acorde con mis gustos- en la escena de bandas tipo Guns n’Roses, L.A. Guns y similares llamado Faster Pussycat.
Los dos ejemplos tienen como punto en común una película –que ahora os recomendaré con todas mis fuerzas- dirigida por Russ Meyer en 1965 titulada Faster, Pussycat! Kill! Kill!, la protagonista de la cual era la actriz Tura Satana.

Esta mujer, que creció en un barrio de Chicago llamado La Mafia, pertenecía a la única familia asiática –el padre era japonés y la madre una india americana- de una comunidad formada por italianos, judíos y polacos. Eso ya forjó en ella una personalidad fuerte, algo que se incrementaría en la escuela primero –con éxitos escolares eclipsados por sus conflictos con compañeras de raza negra-, y su paso por prisión más tarde, tras un periodo como pandillera. Tura Satana era la mejor candidata al papel de la pérfida Varla que Russ Meyer podía encontrar –aunque a mi, físicamente, me ha parecido mucho más espectacular una actriz llamada Haji que aparecerá en varios films de Meyer- para su película. En este film de culto se cuenta la historia de tres go-go’s a las que gusta conducir deportivos y buscar problemas.
Abreviaré –y no os contaré el final- para deciros que matan a un hombre, secuestran a su novia y se dirigen a una casa en medio del desierto en donde vive un viejo paralítico con sus dos hijos para robarle su dinero. Realmente me ha parecido una película estupenda. John Waters dijo que era el mejor film de la historia. Amiguitos, yo no diría tanto, pero sí es cierto que no se le ha hecho justicia a este hombre –a quien solo se reconoce mayoritariamente por ser el director de películas de mujeres con las tetas grandes, como Supervixens- y no se ha otorgado a esta cinta la importancia que tiene. No os debéis perder esta película, os lo aseguro.

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